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martes, 7 de agosto de 2012

Capitulo 65

Valeria se encontraba dando vueltas por toda la habitación, signo de que ocurría algo, llevaba en las manos un legajo con un documento que había estado intentando leer por más de una hora y por lo visto no podía terminar, mientras tanto, en el otro extremo de la mesa estaba Alex frente a su laptop con un vaso de café en la mano. Todo indicaba que saldríamos mas tarde de lo normal, pues había varios pendientes que resolver antes de poder irnos a casa, teníamos que coordinar la entrega de productos a nuevas tiendas, además de pedidos para eventos privados sin contar con que el servidor de nuestra página web se había caído y yo tenía en la línea a un técnico que no me resolvía nada y me había dejado en espera, esto no tendría solución este día, algo me lo decía… pero, ¿a quien se le ocurrió darle el día libre a los de sistemas!?
No había hablado con Bill desde la mañana, al parecer iban a estar muy ocupados porque iban a terminar de hacer el ensayo de todas las canciones, además del ensamble completo de escenografía y la prueba de vestuario… habíamos quedado en vernos a las siete en punto pero a como iban las cosas difícilmente podría ser… saque el teléfono de mi bolso y marque el número de Bill bajo la atenta mirada de Alex. No obtuve respuesta.

Por fin Valeria dejo todo en la mesa y se sentó a mi lado, mientras yo intentaba llamar a Bill nuevamente.

Valeria: ¿lo vas a ver hoy?
Ana: no sé… supongo que sí… pero todavía tengo que ordenar algunos de los expedientes de los empleados ¿y tu?

Valeria: creo que voy a dejar todo tal como esta, mañana lo termino, no me puedo concentrar, necesito aire puro
Ana: en esta ciudad difícilmente lo vas a encontrar…-Volví la vista a la pantalla del teléfono que permanecía constantemente iluminada, al parecer por fin se había dignado a llamarme...-¿Bill? Soy Ana

Bill: lo sé, ¿qué sucede?

Ana: nada, que creo que no podre verte a las siete como habíamos quedado… no creo llegar a esa hora…
Bill: tampoco yo, todavía no terminamos, te parece si me paso por tu apartamento cuando terminemos, aunque no se a que hora podrá ser…
Ana: está bien… llámame
Bill: si. Ah… espera…
Ana: ¿qué ocurre?
Bill: Es Tom. Quiere hablar contigo.
Ana: ¿Tom? Esta bien, pásamelo.-se oía como cruzaron unas palabras y luego silencio. -¿Tom…?
Tom: ¿Ana?
Ana: si soy yo. ¿Cómo va todo?
Tom: bien, ya sabes solo que Bill fastidia más de lo normal
Ana: Jajaja mm… ¿no será al revés…?
Tom: jaja no puedo creerlo, ahora si ya caíste en las redes de mi hermano…
Ana: claro que no
Tom: claro que si, pero eso no es lo que quería decirte
Ana: ¿y qué es?
Tom: necesito que le digas algo a Valeria
Ana: claro, ¿de que se trata?

Le pase el recado a Valeria tal como Tom me indico, ella estaba un poco indecisa pero al final termino por aceptar.

(…)

Bill: ¿Así que lo hiciste?

Tom: si, merezco salir después de aguantar toda la prueba de vestuario, aunque creo que Georg se veía bastante bien

Georg: no tienes que decirlo, yo siempre luzco bien

Gustav: ¿Y de mi no vas a decir nada?

Tom: lo siento Gustav pero el cuero no te favorece…

Gustav: ¡eso no era lo que pensabas antes! ¿Y la otra noche qué mendigo?

Georg: no es por nada, pero yo escuche unos latigazos

Bill: mira como te sacan tus trapos sucios eh

Tom: les das un poco de cuerda y mira…

Bill: ya hablando en serio, ¿ustedes no quieren usar…?

T y G’s: NO.

Bill: como quieran…

Tom: ¿vas a verla?

Bill: si, en cuanto pueda voy por ella, le dije que no sabría a que hora saldría así que no espera verme en su trabajo

Tom: ah…

Georg: el eterno romántico

Gustav: mejor me voy que me ahogo con tanta miel

Bill: ya te veré cuando te enamores…

Gustav: paso

Tom: yo también. Así que mejor me voy.

Georg: Trátala bien.

Tom: yo siempre me porto bien, sino pregúntales a ellas… y a Gustav…-le guiño el ojo

Georg: sabes a que me refiero

Gustav: te vamos a estar esperando…

Tom: pero esta vez yo llevo el látigo-dijo dirigiéndose a la puerta

Gustav: ¿¡no que no te gustaba cabrón!? Pues si no te portas bien ya sabes-le grito y los demás le siguieron a carcajadas



Valeria: ¿pero…? No crees que se moleste…

Ana: No. Claro que no. Si tu misma has dicho que es porque te lo debe… el solo cumple lo que te prometió.

Valeria: ehm… bueno… ¿segura que va a estar ahí en 20 minutos? No me gusta esperar…
Ana: si ya sé... y si, me dijo que si.

Valeria: bien… entonces me voy ya, tampoco me gusta llegar tarde.

Ana: Ok, pero te quiero temprano en casa.

Tomo su bolso y salió con una sonrisa en la boca. Tome el legajo que había dejado y lo guarde en uno de los cajones de mi escritorio. Volví a sentarme en la mesa frente a Alex el seguía concentrado en la computadora no había apartado la vista de ésta ni un minuto.

-¿Si, bueno, esta ahí?

Me había olvidado por completo que tenía al técnico en la línea. Upss... al menos no me colgo... por segunda vez... Me estire todo lo que pude y tome el teléfono que estaba en el otro extremo.

Ana: si dígame

-Le decía que es un problema del servidor pero estará listo para el día de mañana

Ana: ¿mañana?

-Si. A primera hora. No se preocupe.

Ana: bien… pues gracias. –Colgué desanimada- Y yo que creí que lo podrían arreglar ahora…

Alex: ¿dijiste algo?-pregunto sin quitar la vista del computador

Ana: que no me pudieron resolver nada…

Alex: ah…

Ana: ¿Y tu ya casi terminas?
Alex: si… en 15 minutos creo… ¿sabes?-me miró-Conseguí que en la nueva sucursal no nos cobren ni un centavo por la promoción

Ana: ¿qué? ¿De verdad? Eso es genial. Eres muy bueno negociando

Alex: eso no es nada. Se hacer otras muchas cosas, si quieres te puedo enseñar…-dijo, se levanto y se dirigió a la puerta-voy a escanear esto y enseguida vengo-dijo antes de que pudiera agregar algo.

Cerré todos los archivos abiertos en la computadora, y empecé a ordenar todos los expedientes como loca, empezaba a creer que Alex ya no iba a regresar cuando abrió la puerta de golpe.

Alex: ¿qué pasa, te asuste?-dijo al ver mi expresión de sorpresa

Ana: no, pero pensé que ya no ibas a regresar

Alex: claro que si, tengo que enviar ese archivo que escanee antes de irme. ¿por qué? ¿Necesitas ayuda?

Ana: un poco… me quedan 27 expedientes por actualizar. ¿Me ayudas?

Alex: suena emocionante, pero…

Ana: ¿pero…?

Alex: no quiero quitarte toda la diversión- fruncí el cejo dramáticamente lo que hizo que se empezara a reír- es broma, claro que te ayudo, entre los dos vamos a terminar más rápido-se levanto y camino hasta mi lugar, me quito las carpetas que llevaba en la mano y empezó a acomodarlas y anexarles la papelería-si solo te quedas viendo nunca vas a terminar…

Ana: claro-empecé a coger las papeletas en la mesa y las grape en el expediente. Aunque cuando yo llevaba uno Alex hacía como tres.

Alex: ves ni cinco minutos nos tomo. ¿Qué te parece si vamos a tomar algo?

Ana: Alex… no creo poder…

Alex: claro. –Dejamos de hablar, empezaba por incomodarme el silencio, pero no era tan incomodo como sentir su mirada, me sentía mal por el, le tenía cariño y estaba consciente de que el sentía por mi algo distinto.-No va a pasar nada si salimos un momento. No tiene porque enterarse… -no lo mire pero sentía que ya se había acercado demasiado, tome todas las carpetas y las junte sin importar si estaban acomodadas, me levante de la mesa y me fui directa a mi escritorio, abrí el último cajón y las guarde ahí, le puse llave y me levante, cuando lo hice me encontré de frente con Alex.- No soporto que me digas que no.

Ana: no es eso.., ya estoy cansada, fue un día largo…

Alex: dame una oportunidad. No tiene que pasar nada si no quieres. No tiene que saberlo.

Ana: ¿qué?-de nuevo volvió a sorprenderme ese comentario, ¿qué a caso pensaba que iba hacerle caso?-No se trataba de eso.

Alex: por favor… crees que el no hace lo mismo…

Ana: Ya basta. No es asunto tuyo-le conteste irritada- ¿cómo se atrevía a insinuarme ese tipo de cosas? ¿quién era él? y más importante aún, ¿qué le importaba? si fuera así, era asunto mío y solo mío.

Alex: sabes que tengo razón...

Ana: No. Y no entiendo que quieres.

Alex: a ti…

Ana: ¿qué?

Alex: solo quiero…-miro mis labios y luego me miro a los ojos

¿Qué, qué haces?-se acercó hasta ponerse a mi altura

¿Puedo solo…?-leí su intención y sentí su aliento en mi rostro

No…

Nadie tiene que saberlo

¿Qué estás diciendo? sabes que yo estoy con…

Lo sé, lo sé… Solo un beso…

Alex… no puedo… ¿Qué te sucede?

Dilo otra vez…

¿qué...?

Di mi nombre otra vez... me gusta cómo se oye en tu voz

Suélt…-sus labios hacían presión sobre los míos, al igual que sus manos sobre mis muñecas, deje de oponerme a él y correspondí ese beso.

(…)

Sé que no es necesario decirte nada porque Georg y Gustav ya te lo dijeron y… no hace falta que yo también te haga la misma advertencia

Es algo completamente inocente

Por favor… nada de lo que tu haces tiene que ver con la inocencia

No me fastidies con eso-se rio- ya te dije que no tiene nada que ver

¿A, no? Y ¿por qué no te creo?

No sé, y tampoco es mi problema William… Te voy a colgar ya.

¡No me digas William!

Tom: ¿Y tu, estas con Ana?

Bill: Estoy parado afuera de su oficina, ni se imagina la sorpresa que le voy a dar

No le has dicho nada sobre lo que compraste, ¿no?

Tampoco

Que cursi eres, te lo ha pegao Georg. Tu si me preocupas…

Ya estoy aquí, uhm... pero no se oye nada. Te voy a colgar.

Ahora si, ¿no?

Si.

Fin de la llamada.

 
(…)

-Joven, joven espere… -les siguió el niño de alrededor de unos doce años, hasta situarse a lado de ellos, Tom se guardo el móvil en el pantalón y observo después que detrás del pequeño venía una mujer de edad quien respiraba agitada-Mire joven lleve esto para su novia-le señalo con la mirada un recipiente que contenía de todos los tipos habidos y por haber, el olor que se desprendía era simplemente fantástico, ¿y como podía lograr que estuvieran tan vivas y frescas como si fuese verano? pensaban los dos-aunque claro que no es tan bonita como ella-añadió coqueto

-¿Habla de mi?-rió-Yo no soy su…

-eres un niño muy precoz, eh… Bien, haber dame una…

-¿el ramo completo mejor, no?-insistió el astuto niño

-ok, ok, dámelo

-Claro que si, con mucho gusto

-Haber…-busco en su bolsillo hasta dar con su cartera-ten y guarde el cambio

-Gracias joven y hasta luego bonita. –Le dijo a ella guiñándole el ojo, ella le sonrió como respuesta

-Estas muy chico para coquetearle a la novia de otro, ¿no?

-Discúlpelo joven así son los niños… -comento la anciana mientras miraba al que parecía su nieto, volvió la mirada a los dos examinándolos con atención-Hacen una hermosa pareja, les auguro muchos, muchos años juntos-dijo la mujer risueña-que tengan bonita tarde

-Igualmente y Gracias-se despidió y luego miro a Valeria y le entrego el ramo de rosas que le acababa de comprar-pues… estas son para ti

-¿si? –pregunto sorprendida-Gracias-las tomo con timidez y llevo a su nariz el conjunto de todas aquellas flores


Una de sus manos por fin me soltó para deslizarse por mi cintura, trate de tomar su otra mano para que no avanzara en su recorrido, y lo bese también. Tan pronto como pude me solté de el, que a su vez intentaba lo contrario.
Los murmullos afuera lo distrajeron, luego se oyeron dos golpes en la puerta y acto seguido Bill había abierto y había entrado. ¿Pero que a caso se creía que podía tocar y pasar sin esperar respuesta!? se que estaba a acostumbrado a eso, pero... en cuanto lo vimos Alex se alejo tanto como pudo y yo seguramente estaba con el rostro enrojecido del coraje que tenía, sentí un montón de cosas al verlo, temor, culpa, tristez, alivio. Quería correr como niña pequeña y pedirle que me abrazara y me perdonara, cuando era Alex el que me había forzado a besarlo, pensaba solo en estar con Bill y decirle cuanto lo quería ya, y que me dijera el, que todo iba a estar bien.

Bill: oh, lo siento, ¿interrumpí?-arrugo el entrecejo, notando que algo sucedía-¿debí esperar no es cierto...?-encima era él quien se disculpaba...

Ana: pues sí, pero ya estábamos terminando de todos modos... bueno, al menos yo... porque a Alex todavía le queda un largo rato aquí, no es así Alex?-le miraba echando chispas, lo sabía, sentía la mandíbula tensa, de un montón de cosas que debía decirle pero me contuve pero esto no iba a quedarse así, no quería ni pensar en lo que hubiera pasado si Bill hubiera llegado cinco minutos antes...

Alex: si todavía me queda trabajo para rato

Bill: bien, de ser así, me llevo a Ana

Alex: claro, si... que tengan buena noche

Bill: tu también, aunque si vas trabajar no creo que la tengas... -le estrecho la mano a modo de despedida y yo fui por mi bolsa y salí disparada de allí.

Apreté el botón del ascensor, las puertas se abrieron casi de inmediato, puse la mano en medio y espere a que Bill llegara, cuando estaba cerca, entre y seguido lo hizo el, apreto el botón de la planta baja, se coloco a mi lado, su mirada era tan dulce, no podía mirarlo yo también, me ponía nerviosa, por fin se acerco, me tomo de la mano y me dio un beso en los labios.

Bill: ¿me extrañaste?

Ana: mm... pues la verdad...

Bill: si ya sé, que tu a mi no, pero yo a ti si.

Ana: ¿cómo puedes decir que no? Claro que te extrañe-dije tímidamente y el sonrio con la mirada.

Bill: entonces dame más besos

Ana: ¿yo? ¿ por qué no me los das tu?

Bill: Ana, no somos niños de secundaria. -Dijo y seguido me planto tres besos antes de que llegáramos a la planta baja. Continuamos caminando hasta su auto, tomados de la mano, era una de las cosas que más me gustaban, tan simple, el roce de su mano y la mía, hacía que sintiera como si nada malo existiera.

Subimos al coche, y avanzo despacio antes de salir del estacionamiento. Continuo tranquilo por la calle también, estaba muy poco transitada sorprendentemente para la hora que era, aunque había anochecido más temprano de lo común y daba la impresión de que iba a llover en cualquier momento.

Bill: ¿y cómo te fue hoy?-me miro fugazmente y continuo mirando al frente

Ana: bien, bien, creo...

Bill: ¿bien? solo bien? no tienes nada que contarme?

Ana: no.. ya sabes lo normal, nada nuevo... -lo observe mientras conducía, otras de mis cosas favoritas, de lo que más me gustaba hacer, pero acaso el vería algo de lo que sucedió...? no claro que no, no estaría así... tan tranquilo. Borre ese recuerdo de inmediato.

Bill: ¿ en qué piensas?

Ana: mm... eh... no, en nada relevante. Mejor cuéntame tu qué hiciste.- Me sonrió, no creyó lo que dije, pero a veces solía ser la paciencia personificada.

Bill: Por fin terminamos de acoplar toda la escenografía y las canciones, y la prueba de vestuario fue hoy, todo me gusto, ya veras cuando lo veas por ti misma, te va a encantar, estoy seguro. Fue un día muy agotador, mañana damos un segundo ensayo, descansamos y luego...

Ana: y luego se van-complete tranquila.

Bill: si. Y comenzamos la gira.- soltó emocionado.

Ana: si. Me da gusto y a mi también me emociona mucho, estoy feliz por ti.

Bill: lo sé. ¿A dónde te gustaría ir?

Ana: la verdad no sé... -mire fuera de la ventanilla como si allí estuviera la respuesta,

Bill: ¿tienes hambre?

Ana: no mucha... ¿tu ya comiste? ¿tienes hambre?

Bill: no he comido, pero casi no tengo hambre. Podemos ir a cenar a algún restaurante, si quieres

Ana: pero si no tienes hambre...

Bill: si tu tienes hambre yo también-se rio

Ana: mm... la verdad no quiero, no sé

Bill: ¿prefieres que te lleve a tu casa?

Ana: quiero estar contigo un rato.

Bill: yo también. ¡Ya sé! vamos al parque que esta frente a tu departamento. ¿quieres?

Ana: si, está bien.-Acelero el automóvil y logro llegar en cinco minutos. Se estaciono frente al edificio donde vivía, mire al departamento, las luces estaban encendidas, Valeria debía estar allí preparando algo de cenar seguramente, ¿cómo le habría ido con Tom?

Bill me tomo de la mano haciendo que caminara junto a él. Se puso atrás y me rodeo.

Bill: ¿con qué no me extrañaste eh?-murmuro cerca de mi oído, y me planto dos besos en la mejilla. Me tomo de la mano de nuevo de la mano y me llevo al final de la banqueta el se bajo e hizo que yo me quedara de pie frente a el, estando más o menos de la misma altura. -¿irías conmigo a la gira?

Ana: ¿irme contigo?

Bill: si, a algunas fechas, no digo que a todas... -me reí y esta vez yo lo bese-eso es un si o...

Ana: eso, es un beso. Y no me puedo ir contigo. ¿Qué pensarían los demás...?

Bill: me importa un cuerno lo que puedan pensar. A mí solo me importa lo que piensen mis amigos, mis padres, Tom y tu. Los demás pueden hacerce pedazos si quieren-dijo convencido y nuevamente se acerco para besarme y abrazarme.

Ana: no puedo irme así como así, esta Valeria, mi trabajo, lo que ya conozco como mi hogar... además no tendrías tiempo para mi, vas a estar muy ocupado.

Bill: Valeria no va a decir nada. Estoy seguro. El trabajo puede esperar o puedes trabajar con nosotros, y lo demás... yo me voy a dar tiempo para ti.

Me reí nuevamente de solo pensar lo absurdo que sería aceptar esa propocisión, seguramente se olvidaría de mi entre tantas cosas que tuviera que hacer... terminaría siendo una carga para él.. Estuvimos así otro rato hasta que nos cansamos y nos sentamos en una de las bancas del parque.

Bill: ¿entonces no te irías conmigo?

Ana: No lo creo... tal vez vaya a verlos una o un par de veces...

Bill: ah... -suspiro.-bien... más te vale porque si no voy a venir por ti. -Hizo una pausa... -tengo algo para ti, espero que te guste... -saco del bolsillo de su pantalón una pequeña cajita color dorada, y la extendio para que la tomara.

Tome la caja y la abrí. El me miraba tranquilo y divertido a la vez. La cajita contenía un collar, con el dije de una libélula, no era tan grande ni tan pequeña, era perfecta, desprendía un hermoso brillo, parecía ser plata.

Bill: ¿te gusta?

Ana: si, claro que me gusta pero no sé si aceptarla... cuanto te costo...? debe ser cara...

Bill: Por eso no te preocupes. Puedo permitírmelo. Además quise hacerlo.

Ana: ¿si?

Bill: Si. Cuando la vi pense en ti y en lo que ese dije representa para mi. Significa la armonía, la paz, y lo más importante el amor por lo más preciado que tiene el ser humano. Su libertad.

Ana: todo eso representa? es muy bonito. ¿Y pensaste en mi al verla de verdad? -achine los ojos

Bill: tu eres eso para mi. Tu eres un alma libre Ana. No dependes de nadie, haces lo que te parece correcto y por más que te hayas equivocado sabes que hiciste bien, porque en determinado momento hiciste lo que creías era lo adecuado, por eso eres libre.

Ana: ¿todo eso soy? ¿te parece de verdad?-dije sonrojada, lo bueno era que en la noche eso no se podía distinguir. -creo que has estado bebiendo de más...

Bill: bueno... eso también.... ¿lo aceptas entonces?

Ana: sabiendo todo lo que significa para ti...!? claro que si, me gusta mucho. Gracias.-le plante un beso en los labios, como adoraba hacer eso.

Bill: ya sabía yo que ibas a aceptarlo. Después de la primera propocisión, esto sería pan comido.

Ana: oye... -le di un golpecito en la mano-así que ya sabias que iba a decir que no...

Bill: me imaginaba algo... pero todo lo que te he dicho ha sido enserio. La propocisión sigue en pie. - de repente me agarro y me atrajo hacia el para besarme. Como adoraba eso también




3 comentarios:

  1. ooo genial
    me puse mu triste por que pense que no la seguirias subiendo
    en verdad me encanta sube mas por favor!!!

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  2. sigue tu fic
    hace mucho que no subias
    en verdad me gusta mucho

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  3. Hallo!!!!

    Ana!!!! que súper mega y rete-contra feliz estoy!!!
    después de tanto y tanto tiempo nos leemos!!!! *.*
    pero que emocionada que estoy!!! jejejeje

    capi, ya lo requería y enserio te extrañaba condenadota!!! <3<3

    mi hermoso Bill cómo lo adoro!!!!

    te extrañé horrores!! también a Camii....


    buenos, ps nos leemos en la siguiente ...
    hasta pronto chica, besos

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Gracias por tu comentario